En la tradición yogi, se honra a la mujer 120 días después de la concepción, para celebrar la plena encarnación del "alma" del bebé en su cuerpo físico. 

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Durante los primeros 4 meses, se dice que el alma del bebé está sutilmente vinculada a las células en crecimiento en el útero y, desde un punto de vista más espiritual, se cree que aún no se ve afectado por las influencias de la vida en la tierra.

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Hacia el día 120, se dice que esta alma viene a instalarse plenamente en su cuerpo y en esa casa calientita que es el utero de la madre.

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Independientemente de que esta tradición resuene en ti o no, esta ceremonia es una celebración para honrar a tu bebé in-utero y el viaje de parentalidad que comienza, alimentarse de los buenos deseos, las lindas inspiraciones y la buena energía de personas cercanas y queridas para este nuevo viaje.

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Juntas, juntos, co-creamos esta ceremonia y como, "ceremony planner", hago de este un momento único de conexión con el bebé y con los invitados. 

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